Trucos para unos huevos espectaculares

Vamos con la segunda y última entrada dedicada a los huevos, trucos, truquitos y ayudas para que vuestras recetas #conunpardehuevos salgan perfectas. Podéis ver la primera parte pinchando aquí.
Esta vez tengo la intención de ser más sucinta (ejem, lo que me cuesta) y más gráfica, para que tengáis que leer poco.
Comenzamos.

Huevos fritos:

Se dice, de alguien que no sabe cocinar, que no sabe ni freír un huevo. Mentira, freír un huevo no es tarea fácil; al menos freírlo y que salga entero de la sartén, con su yema intacta. El punto ya es a gusto de cada cual: con puntilla, yema cuajada, yema líquida para mojar pan... infinidad de variantes que dependen solo de lo que a cada uno nos guste, no hay reglas. Solo una: que la yema no se rompa.
Para ello:

  • necesitas una sartén antiadherente. Para mí es un must... no haré más hincapié, que no respeto mi premisa de brevedad, entonces ;)
  • los huevos han de estar a temperatura ambiente, para evitar que haya contrastes con la temperatura del aceite que debe estar muy caliente. Los sacaremos del frigorífico un buen rato antes.
  • truco (que a las abuelas experimentadas no les hace falta, pero a mí sí): cascamos el huevo en un bol o en un vaso, no directamente en la sartén. De esta manera no tenemos miedo a quemarnos, lo hacemos más tranquilos y existen menos posibilidades de que la yema se rompa.
    Otra ventaja: cuando echemos el huevo al aceite podemos controlar mejor la forma de hacerlo que si va directamente desde su envase original.
  • Tenemos la sartén antiadherente con aceite muy caliente. Echamos, con cuidado, el huevo del vaso a la sartén. Con la ayuda de una espumadera, salpicamos aceite por encima del huevo para que se cuaje de forma homogénea, sacamos con cuidado y al plato.
    Hay que practicar, no queda otra. Es probable que los primeros cien huevos que fríais se os rompan. No pasa nada, el centésimo primero saldrá bien, garantizado.
  • La sal. Añádela al sacar el huevo de la sartén.
Separar las claras de las yemas:

Es algo relativamente frecuente y muy útil porque hay recetas que piden solo claras o solo yemas. O ambas cosas, pero las claras montadas para dar más esponjosidad, especialmente en bizcochos.
Hay muchos trucos; los voy a resumir en dos: